lunes, 23 de agosto de 2010

2. Por las montañas hacia la provincia rebelde de Aceh

Los tres primeros días, aquellos que rodean a la capital de la isla, Medan, son un infierno debido al tráfico. Pero pronto tiraré hacia las montañas, hacia la ciudad de Brastagi famosa por sus volcanes y un clima más benigno. Y de Brastagi empieza el gran reto: llegar hasta Banda Aceh por la montaña, penetrar en el interior más remoto de una provincia que desafió a Jakarta y que hasta hace muy pocos años estuvo cerrada a cal y canto al turismo. Una provincia en la que impera la Sharia y a la que el resto de la isla tacha como fundamentalistas... Qué será cierto de todo eso?
Sumatra, isla de nubes y palmeras...

... de volcanes... ... de montañas y ríos...
... de arrozales...... y de juventud...La carretera que se adentra en la montaña de Aceh es estrecha y anárquica. El origen volcánico de la isla hace que no haya tregua, que vaya hacia arriba o hacia abajo.


Las pendientes son escalofriantes y en muchas ocasiones me sentiré "humillado". Porque no hay nada peor que tener que agachar la cabeza y tener que bajarme de la bici para arrastrarla en una cuesta. Pero la física es física y no hay nada que hacer contra la ley de la gravedad...
Serán días de subidas y sufrimiento constantes. Días en los que te temblarán las piernas y los brazos en las subidas y las manos al frenar en las bajadas...

Pero Aceh me ofrecerá una calurosa bienvenida. Los pueblos son pequeños y humildes, la gente lleva en bandolera una tela que le hace de abrigo cuando cambia el tiempo, los animales corren libremente por la carretera y las mezquitas se reproducen como setas en otoño

Y pasaré otro viernes más en un paías musulmán. Las mezquitas indonesias están abiertas y no veo mucha predisposición al rezo en muchos de sus asistentes... . Imágenes como estas en Oriente Medio serían impensables

Como decía Aceh ha estado aislada muchos años. Desde los años cincuenta han luchado por un estado soberano y en los setenta nació el GAM - Gerakan Aceh Merdeka (Movimiento de liberación nacional de Aceh) que batalló al ejército indonesio duramente. Sin embargo quien las lió pardas fue el ejército, mucho más poderoso y se cometiron atrocidades contra la población civil que el mismo presidente de la época, Suharto, reconoció públicamente. El hecho es que durante años se instauró la ley marcial y tras un intento fallido en 2002 para sellar la paz, tuvo que ser el Tsunami quien acelerara el proceso. En agosto de 2005, seis meses después del desatstre se firmaba la paz, el GAM entregaba las armas y Jakarta legalizaba partidos, daba libertad para instaurar la Sharia y daba el 70% de los beneficios por la venta de petróleo y demás recusros naturales. Desde entonces la situación está estable. Como en otras partes del mundo, negociación es la solución.
Y entonces la gente se libera y el mundo se abre a ellos. Empiezan a llegar turistas y de vez en cuando marcianos en bici y no están acostumbrados y te miran boquiabiertos o con preocupación... Aceh me ofrece algo nuevo: la selva. Son carreteras oscuras ya que la vegetación te absorve pero es inolvidable. Oirla mientras pedaleas es un canto de sirenas, una música celestial. Los monos se pelean entre ellos o te gritan cuando les miras. Alguna vez veo a alguno con una lata de coca-cola lanzada por algún iluminado y me río con ellos, son unos cabronzaos pero son graciosos los cabrones. Y gran parte del recorrido vas encajonado entre la selva y el río...

Cuando entras en las Gayo Highlands el paisaje se abre y la selva desaparece para dar paso a bosques frondosos...... donde sentiré lo que siginifica estar solo,y disfruto de ello...... bueno, solo no estoy. Siempre hay otros amigos que sufren menos que yo...

... y hay otros con los que no pienso protestar cuando se me cuelan en la tienda

Y la gente que otros llaman fundamentalistas (como aquella alemana en la embajada de KL, que me puso cara de desprecio y terror ante mi idea de ir a Aceh), son trabajadores

 que siempre me ofrecerán una sonrisa

cuando más lo necesito. Porque tras llegar a Takengon solo un objetivo me tiene en pie: ver el mar, llegar al llano y acercarme a Banda Aceh...Y por fin llego al mar, y lo veo, y lo huelo, y lo siento

y es entonces cuando empiezo a soñar con la playa, con el relax, con la comida, con el calor, con la cama, con posibles encuentros, en definitiva, con otro capítulo más de esta odisea que me está dejando vacío de energía pero me está llenando las alforjas de recuerdos que nadie me quitará
  

1 comentario:

  1. espera que me coloque las gafapastas bien...creo que se comen los murcielagos, por eso los crian, como nosotros los pollos.....

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